
Por Sabina Vizcaíno Sicilia, Secretaria Insular de Sanidad, Salud Mental y Promoción de la Actividad Física y el Deporte del PSOE Lanzarote
Parece que, por fin, esta sociedad empieza a romper los muros del silencio que durante tanto tiempo han rodeado a la salud mental. Cada avance en esta materia es un paso hacia una sociedad más empática, justa y saludable, aunque aún queda mucho por hacer.
La decisión del Consejo de Ministros de autorizar la distribución de 17,83 millones de euros para la prevención del suicidio es un hito que merece ser reconocido. Supone dotar de herramientas concretas a una lucha que no puede esperar.
En Lanzarote, como en todo el país, la salud mental se ha convertido en un tema de urgencia social. El suicidio es una tragedia que golpea a miles de familias cada año, y no puede abordarse desde una mirada simplista. Es un fenómeno complejo, con raíces sociales, culturales y estructurales. Por eso, lo verdaderamente transformador de este plan estatal es su enfoque integral, valiente y profundamente humano.
El plan contempla campañas de sensibilización que contribuirán a desmontar el estigma, ofreciendo información rigurosa y promoviendo una mirada más empática hacia el sufrimiento psíquico. Hablar del suicidio no lo provoca; lo que lo provoca, en demasiadas ocasiones, es el silencio, la falta de red, la soledad.
Quiero destacar también el foco en los colectivos más vulnerables: mayores, personas LGTBIQ+, personas en situación de exclusión o con enfermedades crónicas o graves. Es especialmente significativo que se incluyan medidas de acompañamiento a quienes han perdido a un ser querido por suicidio. Esa dimensión, tan silenciada, necesita cuidados concretos y presencia institucional.
Para que nadie se sienta solo cuando más nos necesita, el plan incluye mejoras clave como la atención de urgencias psiquiátricas, la creación de dispositivos comunitarios o el refuerzo de líneas telefónicas especializadas.
La inversión (12,83 millones en gasto corriente y 5 millones en inversiones sostenibles) permitirá no solo intervenir, sino construir estructuras duraderas. Es una apuesta clara por la vida, la prevención y la dignidad.
Desde Lanzarote, defenderemos con firmeza este acuerdo en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Por responsabilidad institucional, por ética y por convicción. Porque prevenir el suicidio no es solo una tarea del Estado: es una responsabilidad compartida que nos interpela como sociedad.